Jenner utilizó la secreción de las pústulas de la ordeñadora Sara Nelms, que estaba infectada de viruela vacuna, que le había contaminado su vaca Blossom, y se la inoculó en los dos brazos al hijo de sus jardineros, James Phipps, de ocho años, que nunca antes había tenido viruela. Esto lo realizó el día 14 de mayo de 1796 y el uno de julio lo variolizó con secreción extraída directamente de una pústula de viruela. El niño no desarrolló la viruela. Posteriormente lo volvió a variolizar con el mismo resultado. En 1797 escribió un informe contando éste y otros experimentos a la Royal Society que lo rechazó con las siguientes palabras " No debe arriesgar su reputación presentando a la audiencia de la corporación nada que aparezca tan contrario a los conocimientos establecidos y además tan increíble" . Y eso que Jenner era fellow de esa institución y amigo de su presidente Joseph Banks.
Jenner siguió haciendo experimentos y en 1798 publicó por su cuenta un libro " An inquire into de causes and effects of de variolae vaccinae ..." en que contaba sus experimentos y exponía su teoría.
Antes que él , en 1765, su colega y amigo, John Fewster había leido un informe " Cow post and its ability to prevent smallpox" en la London Medical Society. Este informe nunca se publicó.
El que hizo la primera inoculacción con viruela vacuna (que se sepa), fue el granjero Benjamín Jesti.
Este tenia dos ordeñadoras que se habían contaminado con la viruela de las vacas y que posteriormente habían cuidado de familiares afectados de viruela humana sin padecerla. El también había tenido la viruela vacuna. Además era algo bien sabido que la persona que pasaba la vacuna no tenía viruela.En el año 1774 había una epidemia de viruela y ante la amenaza, Benjamin Jesti, tomó a su mujer Elisabeth y a sus dos hijos, Robert y Benjamín, de tres y cuatro años, y los llevó a una granja cercana que tenía vacas infectadas de viruela vacuna. Allí con la aguja de su mujer extrajo secreción de las pústulas de una vaca enferma y se las inoculó en los brazos a su mujer y a sus hijos por medio de escarificaciones. Posteriormente ninguno de ellos padeció la viruela ni espontáneamente ni cuando fueron variolizados.
Para mí, aunque no lo he visto escrito en ninguna parte, la primera vacuna es la variolización y los que la descubrieron son desconocidos, sean estos indios, chinos, africanos o de otro sitio.
La vacuna es un procedimiento que confiere protección (inmunidad) a un organismo contra alguna enfermedad. Lo ideal es que la protección sea total, aunque no siempre lo es.
En el caso de la variolización las muertes eran alrededor de un 2%. O sea, una protección del 98%.
Voltaire decía que en su época se infectaba de viruela un 60% y morían un 20% de los infectados.
En el caso de los niños la proporción de muertes era mucho mayor.
La viruela se presenta en dos formas: viruela major que es la más mortífera, y viruela minor que es más suave y cuya tasa de muertes es alrededor del 2 %. Corresponden a dos cepas del mismo virus.
Los antiguos conocían perfectamente las diferencias entre viruela mayor y menor y las costras las obtenían de los infectados por esta última. Generalmente las obtenían de personas ya inoculadas.
A continuación reproducimos un párrafo de un estudio sobre trasplante de viruela publicado por Zhang Yan en el año 1741 y copiado del artículo "Inmunidad" de Robert Temple.
"Método para guardar el material. Envuélvanse las costras en papel y métanse en
un frasquito, que se tapará con cuidado para que no pierdan fuerza. El frasco no
debe exponerse a la luz del sol ni recibir el calor del fuego. Lo mejor es llevarlo en el
cuerpo durante algún tiempo para que las costras se sequen lentamente y de forma
natural. En el frasco se colocará una etiqueta que indique claramente la fecha en que
las costras fueron extraídas al paciente.
"En invierno este material posee una fuerza yang, gracias a la cual permanece
activo incluso al cabo de treinta o cuarenta días. Pero en verano la fuerza yang se
perderá en unos veinte días. El mejor material es el que no lleva demasiado tiempo
guardado, pues cuando la fuerza yang es abundante, produce reacción en nueve de
cada diez personas; pero a medida que envejece va perdiendo su actividad y, por
último, no funcionará".
Needham comenta como sigue este y otros párrafos semejantes: '
"Por tanto, el sistema consistía en mantener la muestra para la inoculación
durante un mes o más a la temperatura del cuerpo (37°) o menos, lo que tenía el
efecto de desactivar por medio del calor el 80 por ciento de las partículas de los virus
vivos; pero como la proteína muerta no desaparece había que aplicar un fuerte
estímulo para fomentar la producción de interferon y la formación de anticuerpos
cuando se llevaba a cabo la inoculación".
O sea una auténtica vacuna.
Muy interesante.
ResponderEliminarLo cual demuestra hasta qué punto la capacidad de observación y la creatividad deben estar presentes en todo avance, sea del tipo que sea, no sólo artístico sino también científico.
Y corrobora que toda institución oficial es, casi por definición, conservadora, lo cual es más flagrante en áreas, como la científica, donde debería mantener la mente abierta.
Saludos.
Alfonso
Gracias, Alfonso.
ResponderEliminarLo que le parecía tan increíble a la Royal Society era algo de lo que ya había informado John Fewster 32 años antes y la "gente inculta" del condado de Gloucester conocía perfectamente.