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sábado, 18 de mayo de 2013

UNA HIPÓTESIS SOBRE LA PREVENCIÓN DEL MELANOMA ( III )

HISTORIA DEL HALLAZGO

Desde hace muchos años hemos tenido interés en la alimentación. Además de la información que podemos considerar ortodoxa hay mucha otra discrepante. Como resultado de la consulta de ambas llegamos a un estado de bastante escepticismo nutritivo y decidimos “investigar” por nuestra cuenta. Normalmente escribíamos en un diario los alimentos que tomábamos, cómo nos sentíamos y cualquier reacción curiosa que observábamos.

El 17 de febrero de 2003 observamos que un lunar que teníamos en la pierna, dos en el brazo y dos en la mano se estaban "secando". El 19 de febrero anotamos en nuestro diario que al raspar un lunar de la pierna con la uña se desprende un trozo negro. En los días siguientes seguimos observando lunares en distintas partes del cuerpo que se empezaban a secar. Los raspábamos ligeramente y al día siguiente o a los pocos días se descamaban y se desprendían dejando solo una pequeña señal casi imperceptible y a veces nada. La mayoría desaparecieron en la segunda quincena de febrero, pero algunos tardaron unos tres meses. Durante esos tres meses hicimos un viaje y cambios en la alimentación que pudieron influir en que la desaparición de los lunares no fuera más rápida.

En esa época teníamos muchos picores. A principios de 2004 nos diagnosticaron dermatitis atópica y nos prohibieron la leche y los huevos. En el diagnóstico vemos que también somos alérgicos al Anisakis simplex y a las cupresaceas. También nos diagnostican prurito crónico y asma bronquial extrínseco. 

Mi sospecha era que el prurito, las mucosidades y las sibilancias eran producidas por el consumo de polen. Dejamos de tomarlo, y al cabo de un tiempo nos desaparecieron los picores, las sibilancias y la mucosidad.

Quizás la desaparición de los lunares esté relacionada con la alergia, además de con los alimentos.

Nos inclinamos a pensar que puede haber sido la conjunción de la alergia y los fitoquímicos de los alimentos que tomábamos, por las siguientes razones:
  • Que sepamos, es la primera vez que los lunares desaparecen con un régimen alimenticio. Dado que la mayoría de alimentos que utilizamos es relativamente corriente, a alguna persona en el mundo le debería haber ocurrido lo mismo que a nosotros. Lo que ya vemos más improbable es que utilizaran esos alimentos junto con el polen que a nosotros nos produce alergia suave y con otros alimentos que utilizábamos en mayor cantidad que la habitual. *


    Cuando escribimos esto en 2010 pensábamos que el polen podía ser un elemento esencial en la desaparición de los lunares. En febrero de 2003 lo tomábamos. Por algunos indicios posteriores pensamos que no lo es. Aunque no podemos descartarlo por completo. Lo tomábamos porque habíamos leído un artículo, en la revista Integral que alababa mucho sus propiedades y sobre todo porque se había hecho un estudio en Rusia y se había comprobado que las personas más longevas solían ser consumidoras de miel y polen. Nosotros lo teníamos fácil, ya que nuestro hermano es apicultor. Habíamos leído que el polen ingerido no producía alergia, algo que aún lo dicen algunas personas iresponsablemente y que puede producir mucho daño. 

La dermatitis es una reacción inflamatoria. Las reacciones inflamatorias hacen que   se movilice el sistema inmunológico y es más probable que ataque a células anormales (con alguna mutación). Los lunares son tumores benignos formados por acumulaciones de melanocitos. Según María Soledad Soengas, investigadora del CNIO, el 95% de los lunares tiene alguna mutación. Podría ser que la inflamación, la histamina y demás sustancias producidas por la reacción alérgica, unidas a algún otro factor provocado por los fitoquímicos, facilitara el ataque a las células mutadas. La reacción podría ser de características parecidas a la que se provoca en el cáncer superficial de vejiga con la administración de BCG (bacilo de Calmette-Guerin) a través de un catéter directamente en la vejiga. Las células del sistema inmunitario son atraídas y activadas por el BCG y, a su vez, atacan a las células del cáncer de vejiga. La BCG es la vacuna que se utiliza en forma de inyección para proteger contra la infección de tuberculosis. Se compone de una bacteria, Micobacterium bovis, relacionada con la que causa la tuberculosis en humanos, Micobacterium tuberculosis. Las bacterias están atenuadas, de forma que no provocan la infección, pero sí la reacción inmunológica. El BCG tambien se utiliza algunas veces para tratar el melanoma en etapa III inyectándolo directamente en el tumor.

El 19 de junio de 2012 la doctora Esther Samper nos facilitó el siguiente artículo (*).Por su lectura y por un correo que enviamos a Martin JM, nos enteramos que la desaparición de los nevos melanocíticos es algo más habitual de lo que se cree.También nos contestó afirmativamente a la pregunta de si podrían ser los elementos extraños producidos por las mutaciones de los nevos melanocíticos los que provocaran el ataque del sistema inmunológico .

En 2009 hicimos unas pruebas de alimentación de corta duración en nosotros y en nuestra familia. A nosotros nos desapareció el único lunar que teníamos en la pierna, pero en nuestra familia no vimos resultado. Aunque las causas pueden haber sido el poco tiempo de la prueba o la escasa cantidad de los alimentos, creemos que la causa más probable es que ellos no tenían alergia. Las diferencias individuales en la absorción y necesidad de nutrientes pueden ser significativas pero nunca de tal magnitud como las producidas por alergias alimentarias.


Consultando nuestro diario vemos que el día 10 de abril de 2003 anotamos en relación con la desaparición de los lunares : “creo que hemos descubierto algo muy importante”. Sin embargo en esa época teníamos otras preocupaciones y, de momento, dejamos el tema aparcado. Nos faltaba seguridad y conocimiento médico y no sabíamos a quien comentárselo. Una cosa sí teníamos clara: debíamos adquirir más información en Fisiología, Oncología, Biología Celular, Bioquímica, Inmunología etc., para poder defender el asunto ante alguien entendido.

El 21 de noviembre de 2008 asistimos a una conferencia sobre cáncer en el ICAI de Madrid, impartida por el físico Antonio Bru, profesor de matemáticas en la UCM (**). 


Según su teoría, todos los tumores sólidos se comportan igual. Lo denomina dinámica universal del comportamiento tumoral. Explicó su modelo matemático de desarrollo de los tumores mediante ecuaciones que no comprendimos, pero sí sus ideas generales:
  • Los tumores sólidos se comportan como los fractales
  • Tienen un crecimiento dinámico lineal, no exponencial, como creen los oncólogos.

  • Solo existe actividad en el exterior del tumor. El centro está necrosado o en estado quiescente.

  • Las células se producen en las convexidades de la superficie y emigran hacia las concavidades.

  • Las células tumorales necesitan espacio. No se mueven en busca de nutrición como piensan los oncólogos.

  • Su forma de tratamiento de los tumores es aumentando los neutrófilos mediante G-CSF (Neupogen). La dosis es de 10 microgramos por Kg. y día durante 8 semanas, modificando la dosis para mantener la cuenta de leucocitos no superior a 60.000 unidades por ml. Los neutrófilos rodean al tumor, ocupando los huecos cóncavos e impidiendo que las células tumorales se multipliquen. También ejercen una presión mecánica sobre el tumor. Las células tumorales entran en estado quiescente y al cabo de 14 días empiezan a morir por necrosis.

  • Dijo una frase que nos sorprendió: “He recibido muchas críticas personales, pero ninguna crítica científica a mi teoría”.
Nosotros nos atrevemos a hacerle alguna, aunque quizás no sea muy científica:
El que las células tumorales se muevan en busca de espacio o en busca de comida no creo que sea incompatible. Haciendo un símil con la zoología, los animales territoriales buscan y defienden un espacio que lleva implícita el acceso a la comida o a otras necesidades como la reproducción.

Además de la ocupación del espacio y la presión mecánica también habrá que considerar la función específica de los granulocitos.

Su conferencia aumentó nuestro interés por el cáncer y el sistema inmunológico y también nuestra convicción de que en nuestro caso lo íbamos a tener difícil.

Sus investigaciones han despertado muchas polémicas y creemos que la única forma de aclarar si tiene o no razón, es hacer un estudio clínico como se hizo con Di Bella en Italia.

(*) “Martín JM, et Al. Regresión completa de nevos melanocíticos: correlación clínica dermatoscópica e histológica de una serie de 13 casos” Actas Dermosifiliogr. 2012.doi:10.1016/j.ad.2011.11.004
http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/eop/S0001-7310(11)00520-5.pdf


(**) Nuestra asistencia a la conferencia del heterodoxo Antonio Bru fue algo accidental. No tenemos conocimientos para juzgar su trabajo, aunque si creemos en su honestidad profesional. En nuestra búsqueda personal hemos bebido en distintas fuentes, ortodoxas y heterodoxas. Por ejemplo: “Anticáncer” de David Servan Schreiber, lo encontramos por casualidad en una librería. Posteriormente nos hemos enterado de que sus opiniones han despertado muchas polémicas y se consideran poco científicas. En su libro hay muchas informaciones y opiniones con las que no estamos de acuerdo, pero sí con otras. Un persona que ha pasado por dos experiencias traumáticas con el cáncer, puede que estuviera  equivocado, pero no creemos que fuera un embaucador.

Este doctor creó un método al que llamó Multiterapia Di Bella (MDB). La MDB variaba según el tipo de cáncer, localización, estadio etc. pero consistía fundamentalmente en una combinación de sustancias: somatostatina, melatonina, bromocriptina, vitaminas y ocasionalmente otras como ACTH, ciclofosfamida y hidroxiurea. Di Bella proclamaba que su terapia inhibía las células cancerosas y potenciaba el sistema inmunológico para que las eliminara, sin dañar a las células sanas.

En diciembre de 1997 el juez de Magli, Carlo Madaro, dictaminó que el servicio de salud de su jurisdicción debería facilitar el tratamiento Di Bella gratuitamente a la persona que lo solicitara.

Se creó una gran polémica y revuelo político en Italia. En enero de 1998 la ministra de sanidad Rosy Bindy decidió hacer un estudio clínico que no solo demostró que la MDB no era eficaz sino que incluso tenía efectos secundarios y podría ser peligrosa. Las pruebas supusieron un gran gasto para el estado.

Di Bella no aceptó los resultados y achacó la falta de eficacia a tres causas principalmente:

  • Empleo de medicamentos caducados.
  • No se siguieron sus instrucciones ni en la dosificación ni en la aplicación de los medicamentos.
  • Selección inadecuada de participantes, la mayoría desahuciados y que ya habían recibido quimioterapia, de efectos deletéreos, según él.
  • Su terapia la sigue empleando su hijo Giuseppe Di Bella. Nos ha dejado perplejos la lectura de un trabajo en que refiere la curación de un neuroblastoma en un niño de seis meses. (1)

Constantemente están surgiendo curas milagrosas contra el cáncer y no se pueden hacer estudios clínicos de todas ellas. Habrá que rechazar los fraudes y las propuestas evidentemente inviables, pero no pasar por alto propuestas originales y serias como creemos que es la nuestra.

Nuestras indagaciones en el sistema inmunológico nos llevaron a conocer a Zheng Cui y su descubrimiento en el año 1999 del “súper ratón” resistente al cáncer, que despertó aún más nuestro entusiasmo.

Zheng Cui estaba estudiando las grasas y necesitaba grandes cantidades de anticuerpos. Estos los obtenía inyectando en ratones células de un cáncer muy agresivo, sarcoma 180 (S180) que les producía ascitis (acumulación de líquido) en el abdomen, rico en anticuerpos que podían ser extraídos fácilmente.



Como muchas otras veces, el descubrimiento se hizo por serendipia. Su ayudante Liya Quin inyectó en el ratón número 6 la dosis habitual de 200.000 células de cáncer S180. Las células S180 son muy agresivas y duplican el tamaño del tumor en los ratones en unas diez horas. Sorprendentemente, comprobó que el ratón número 6 no desarrollaba ascitis. A partir de ese momento se fueron aumentando las cantidades de células S180 que se le inyectaban hasta llegar a la cantidad de 200 millones. Esta cantidad equivalía aproximadamente al 10% del peso del ratón, lo que traducido a seres humanos sería como inyectar un tumor de 8 kg. en una persona de 80 Kg.

Zheng Cui comprobó que las características del ratón número seis, posteriormente conocido como Mighty Mouse (Súper Ratón), se transmitían a sus descendientes. Alrededor del 40% de sus nietos eran resistentes. Observó que las células responsables del ataque y eliminación del tumor eran las del sistema inmunitario innato: polimorfonucleares, macrófagos y Natural Killer.

Zheng Cui consiguió transmitir estas células de ratones resistentes a ratones no resistentes, comprobando que era suficiente con una sola inyección para conferirles inmunidad para toda la vida.


Zheng Cui piensa que entre un 10 y un 15% de los seres humanos tienen también inmunidad natural contra el cáncer. También cree que se podría hacer la transferencia de células de estas personas a otras no resistentes. En pruebas in vitro con granulocitos extraídos de seres humanos y células de cáncer de cuello de útero, comprobó que en 48 horas desaparecían del 2 al 97% de las células cancerosas, dependiendo de las personas. En la actualidad ya se están realizando estudios clínicos en personas afectadas de cáncer, con transferencia de células de personas resistentes (***).

Sería interesante aplicar el G-CSF en los ratones de Zeng Cui y observar si hay diferencias en los resultados en relación con los ratones no tratados.

La idea de que haya personas naturalmente resistentes al cáncer nos parece creíble ya que ocurre lo mismo con otras enfermedades.

El profesor de inmunología Peter Parham dice: “De todas las personas infectadas por el virus de la hepatitis C menos del 30 % elimina la infección rápidamente mientras que la mayoría desarrolla una infección crónica en la que el hígado atraviesa ciclos de destrucción y de regeneración”(2 pág. 423).

... aproximadamente 5 % de personas no se infectan a pesar de su exposición frecuente al VIH” (2 pág. 425).


(***)  Últimamente, con motivo de la muerte de Chávez y de la sospecha de Nicolas Maduro de que le hubieran inoculado un cáncer, escribimos un post sobre si es posible inocular el cáncer, dejando aparte el asunto de Chavez, y hicimos algunos comentarios en otros post que decían que no era posible. Esto nos convenció de que muchos oncólogos no conocen el trabajo de Cheng Cui, que para nosotros es un hallazgo asombroso, a pesar de que ha sido en ratones y lo que funciona en ratones no siempre funciona en humanos. También nos convenció de que varios oncólogos no conocen los trabajos de inoculacíon del cancer en humanos realizados por Chester M Southon en 1963. Y Southon no fue el único que realizó este tipo de inoculaciones.


Un estudio publicado el 16 de febrero de 2011 en Science Traslational Medicine sobre 99 personas de Ecuador con un tipo de enanismo llamado síndrome de Laron, debido a una mutación en el gen que codifica el receptor para la hormona del crecimiento, apoya también esta idea de personas resistentes al cáncer u otras enfermedades. Durante 22 años de estudio de este grupo de personas por el endocrinólogo Javier Guevara-Aguirre no ha encontrado ningún caso de diabetes y solamente uno de cáncer no letal. El comentario de Guevara_Aguirre “Yo seguía a esta población desde 1987, pero cuando empecé a alertar de la inexistencia de casos de cáncer, nadie me hizo caso, me tomaron por loco” ya nos resulta familiar.




Unos días después del descubrimiento de Zheng Cui, leímos “Anticáncer” de David Servan Schreiber y nos sorprendió que hablaba de Zheng Cui y también mencionaba un artículo de Stephen Jay Gould, que casualmente acabábamos de releer en el libro Brontosauros y la nalga del ministro: “La mediana no es el mensaje”. Además, indicaba una serie de alimentos anticáncer, algunos de los cuales coincidían con los que habíamos utilizado cuando la desaparición de los lunares. Todo esto reforzó nuestra confianza.

Servan Schreiber comenta que al principio tenía un desconocimiento total del sistema inmunológico y muy poco conocimiento de alimentación. Nosotros teníamos un buen conocimiento de nutrición y muy poco del sistema inmunológico. Pero él era médico, y nos surgió la duda de si para indagar en el sistema inmunológico o el cáncer hace falta ser médico, biólogo o bioquímico. Nuestra conclusión fue que las ideas pueden venir de cualquier campo. Como dice Ramón y Cajal “no existen razonamientos lógicos para hacer investigaciones”. Otra cosa es que los estudios de laboratorio tengan que ser conducidos por especialistas y utilizando las mejores herramientas tecnológicas posibles.

El 13 de enero de 2009, asistimos a otra conferencia sobre cáncer en el Colegio Mayor Cisneros, dada por el bioquímico Antonio Alcaide: “Presente y futuro en la lucha contra el cáncer”. Nos comentó algunas líneas de investigación actuales y también el descubrimiento de los anticancerígenos vinblastina y vincristina a partir de la vinca cuando se estudiaban sus supuestas propiedades hipoglucemiantes. También el descubrimiento del taxol a partir de la corteza del tejo (Taxus brevifolia), que puso en peligro de extinción los tejos de la costa del Pacífico de Estados Unidos y Canadá. Posteriormente alguien de su empresa en Francia examinó las hojas de un tejo cercano y a partir de ahí se empezó a extraer el taxol de las hojas, con lo que se evitó el peligro de extinción del tejo del pacífico.

Por lo que hemos leído después, debió de ser un ejemplar de Taxus baccata (tejo europeo) de crecimiento lento y muy longevo, cuyas hojas son ricas en bacatina III y en 10-deacetilbacatina III, que por semisíntesis se convierten en taxol. Nos contó también que en su pueblo (Antequera) había un bosque de tejos que lo habían quemado hace años porque los cabreros decían que las cabras se comían las nueces y se morían. Al llegar a casa consultamos en Internet y leímos que lo único que no era tóxico era el fruto, con lo que nos quedamos un poco confundidos.

Posteriormente todo quedó claro. Todas las partes del tejo son tóxicas, incluidas las semillas. Lo único que no es tóxico es el arillo rojo que recubre la semilla. Los pájaros aprovechan los arillos pero no digieren las semillas, contribuyendo a la dispersión del tejo. Los conejos y los gatos son inmunes. Los equinos y las cabras, no.
Aquí tenemos una indicación de la variación entre organismos. Lo que alimenta a unos para otros es veneno.  Esta variación explica que muchos estudios  sobre medicamentos que demuestran su eficacia en ratones, u otros animales, resulten poco o nada eficaces cuando se trasladan al hombre, o tengan efectos diferentes.

Por ejemplo: el descubrimiento por Judah Folkman de que la  angiogénesis ( la formación de nuevos vasos sanguíneos) era un mecanismo esencial para que los tumores pudieran crecer , supuso una gran revolución en el cáncer.  Michael O'Reilly entró a trabajar en su laboratorio y al cabo de dos años consiguió aislar la hormona angiostatina que bloqueaba la producción de vasos sanguíneos. Su utilización en ratones con cáncer produjo resultados extraordinarios, por lo que hizo crear grandes expectativas. Sin embargo en humanos sus resultados son bastante decepcionantes.

Después de la conferencia de Antonio Alcaide, hicimos algunas pruebas de corta duración con alimentos en  en nuestra familia, pero no vimos ningún resultado.
Finalmente, en marzo de 2010 nos decidimos a comentar nuestro hallazgo a un bioquímico jubilado que nos inspiraba confianza, el cual prometió vernos un día para hablar de los lunares, pero todavía lo estamos esperando.

En julio enviamos un correo a una endocrinóloga especialista en nutrición que nos comentó que le parecía muy interesante, pero que tenía mucho trabajo, y nos dijo que quizás podríamos escribir una nota en “Nutrición clínica y medicina hospitalaria”.

En noviembre de 2010 asistimos a dos conferencias en el CNIO de Madrid, programadas por la “X Semana de la Ciencia”. No conocíamos el CNIO y nos sorprendió agradablemente el edificio, el auditorio y el nivel de las conferencias. La doctora que nos dio la primera “Modelos animales para el estudio de enfermedades humanas” investigaba sobre cáncer de piel no melanoma y nos comentó que otra compañera suya investigaba el melanoma.Nos contestó amablemente a un correo en que le preguntábamos sobre cáncer basocelular y escamoso. También enviamos otro correo a su compañera y como no nos contestaba, se lo enviamos también a ella. No sabemos por qué, nunca nos respondieron.
La pregunta que les hacíamos era: ”Tengo entendido que el 25% aproximadamente de los melanomas se producen en los lunares melanocíticos. Si un producto (alimento o fármaco) consiguiera eliminar los lunares ¿eliminaría también, la posibilidad de que se produjera ese 25% de melanomas? Pienso que antes de eliminar el melanoma habría que pensar en eliminar primero los lunares, que supongo será más fácil”.

La pregunta era una forma de entrar en contacto, ya que para nosotros la respuesta está clara y es afirmativa. Lo del 25 % como tasa de producción de melanomas en lunares preexistentes no creemos que esté comprobado porque algunos oncólogos le dan un valor mucho más alto. La SEOM dice: "La mayoría de melanomas se originan sobre nevus preexistentes; solo menos de 30% son lesiones de “novo”. (3)


Pensamos que el efecto observado por nosotros se produce en cualquier célula melanocítica dañada no solo en los lunares.

Los lunares son estructuras sin ninguna función beneficiosa conocida por lo tanto eliminarlos no crearía ningún problema sino todo lo contrario.

El método se podría utilizar como una terapia preventiva (sobre todo en personas de riesgo de melanoma) y con pocos efectos secundarios, aunque si como creemos interviene la alergia éstos existirían temporalmente: dermatitis, picores, rinitis etc. Quizá ni siquiera sea necesaria la alergia sino solamente producir algunos de sus efectos por medio de inyecciones controladas de histamina y quizá también de algunas otras sustancias que se producen en casos de alergia.

Puede ser que el método funcione también como curativo o que alargue el tiempo de supervivencia en melanomas.

Por último, vamos a comentar dos estudios aparecidos en noviembre de 2010 y que tienen relación con nuestra alimentación y estilo de vida en 2003: uno se refiere a las frambuesas negras y el otro a la vitamina D.


 Bibliografia

1.- Di Bella, Giuseppe, Neuroendocrinology Letters 2009; 30(4) 1-000.
2.- Parham, Peter, Inmunología, Editorial Médica Panamericanas, S.A. 2006.
3.- http://www.seom.org/es/informacion-sobre-el-cancer/info-tipos-cancer/melanoma?start=2

2 comentarios:

  1. Hola, Julián,

    Como siempre, muy buen artículo.

    Hace tiempo que leí varias referencias a estudios que relacionaban de manera inversa alergias y cáncer. No deja de ser un toque de corneta que moviliza el sistema inmunitario.

    Hay un medicamento, del que tal vez hayas oído hablar, llamado Plerixafor, que se usa para movilizar células madre hematopoyéticas y aumentar la viabilidad de autotransplantes de médula en ciertos linfomas y mielomas. Se suele usar junto con estimuladores de colonias de granulocitos. Está ahora en pruebas clínicas (no recuerdo si en fase I o II) para determinar su posible eficacia contra las recidivas de glioblastomas.

    Por otra parte, hay multitud de estudios que hablan del efecto protector contra el cáncer de la histamina, que regula el reclutamiento de leucocitos en tejidos sometidos a algún tipo de estrés.

    Siempre me ha fascinado la relación sutil entre inflamación y sistema inmunitario. Cómo una inflamación crónica sistémica es perjudicial contra el cáncer pero una inflamación localizada o aguda puede resultar beneficiosa.

    Hay un tema también fascinante que puede tener que ver o no, no lo sé (lanzo ideas deslavazadas, pero así es mi conocimiento del tema): las últimas investigaciones relacionan las metástasis con una fusión entre células del sistema inmune y de la célula tumoral, de forma que el híbrido podría escapar al control del SI.

    Algunos investigadores opinan que eso significa que la inmunoestimulación podría ser perjudicial en esa etapa, mientras otros opinan que un SI fuerte impide que sea "poseído" por las células del tumor. Como quiera que sea, de nuevo el tema es complejo y poliédrico.

    La intervención de la vitamina D contra el cáncer y como potenciadora del SI está bien establecida, así como la de la melatonina.

    He lanzado ideas que se me ocurren casi a vuelapluma, porque la ligazón de estos elementos parece ligera y los márgenes donde la respuesta es positiva o negativa son estrechos.

    Respecto a alimentos específicos: siempre distingo dos acercamientos: el de macronutrientes, que tiene un efecto sistémico hormonal (del que ahora mismo me ocupo), y el de micronutrientes, que opera a un nivel celular más fino y que, desde mi punto de vista, es mucho más complejo. He oido hablar muchas veces de las antocianinas de los frutos del bosque, pero todos los estudios parecen encontrar las razones de sus propiedades anticancerígenas en motivaciones diferentes: unos porque regulan la expresión de genes, otros porque inducen apoptosis (sin decir muchas veces porqué), en casi todos vaguedades que me hicieron abandonar los porqués y centrarme, como siempre, en medidas prácticas.

    Perdona por lo desordenado del comentario y la escasa profundidad de los datos. Seguramente no te habrá servido de ayuda, pero a lo mejor de esta sucesión de ideas alguna puede servirte.

    Un saludo

    Alfonso

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  2. Gracias, Alfonso. Muy interesante tu comentario. Lo que comentas de las efectos de las antocianinas parecen vaguedades, pero yo creo que esto ocurre por que su modo de acción es múltiple. De hecho, como ya creo que te comenté, muchos de los efectos que se atribuían a las propiedades antioxidantes de los fitoquímicos, en general, y de las antiocianinas en concreto, parece que son debidos a otras propiedades que no tienen que ver con su poder antioxidante.
    Muy interesante lo que comentas de la histamina. De hecho como comento en el post, pienso que a lo mejor no es necesario provocar alergia para obtener los efectos, sino utilizar algunas de las sustancias que se producen en estados de alergia.
    Tus comentarios siempre son interesantes y enriquecedores.
    Un abrazo, Julián

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