Además de la importancia de la inflamación y la recomendación de buscar fármacos similares a la metformina, que actúa en fases tardías del cáncer, probablemente ricas en antioxidantes (según su hipótesis), concede especial importancia a dos genes: el oncogén MYC y el gen supresor de tumores p53.
El oncogen MYC juega un papel central, ya que controla más de 1000 proteínas y tiene un papel fundamental en la división celular, que es uno de los caminos que propone estudiar Watson en lugar de los genes que intervienen fundamentalmente en crecimiento celular. Se ha descubierto que el MYC se controla por medio de la proteína BRD4 y esta se bloquea con el medicamento JQ1. El descubrimiento de la BRD4 se hizo utilizando metodologías de cribado de RNAi. Este tipo de metodología es la que Watson propone para otras investigaciones.
El estudio más a fondo del gen MYC es una de las propuestas con la que parecen estar de acuerdo muchos científicos.
El gen supresor p53 actúa activando genes cuya principal función es generar ROS para bloquear o producir la apoptosis de las células. El gen p53 es bloqueado por los represores MDM2 y MDM4. Watson considera que saber por qué unas veces p53 genera senescencia y otra apoptosis es un asunto de suma importancia.
De 1904 a 1908 Paul Ehrlich, el descubridor del Salvarsan contra la sífilis, había intentado encontrar una bala mágica contra el cáncer. Al final reconoció que las células cancerosas eran tan parecidas a las normales que era muy difícil encontrar algo que matara a unas y dejara intactas a las otras.
Sin embargo actualmente ya se conocen muchas diferencias en las células del cáncer, sobre todo en las células metastásicas, con respecto a las normales, algunas de las cuales comenta Watson. Ahora sería más fácil encontrar esas balas mágicas.
Watson propone matar las células cancerosas explotando sus debilidades metabólicas y oxidativas.
- las celulas ricas en MYC y altamente proliferativas tienen más anormalidades cromosómicas que las pobres en MYC.
- Las células del cáncer son empujadas a estados glucolíticos más agresivos que las hacen especialmente vulnerables a una repentina bajada de ATP.
La frase anterior se basa en un efecto observado en 1924 por Otto Warburg. Este se dio cuenta que las células cancerosas no metabolizaban la glucosa de la misma forma que las normales. Las células sanas normalmente obtienen la energía de la glucosa a través de la respiración aerobia en la que el oxígeno oxida totalmente la glucosa y la transforma en ATP (adenosintrifosfato) que es la forma de energía utilizable por las células. Sin embargo la mayoría de las células cancerosas utilizan la fermentación con producción de ácido láctico que es mucho menos eficiente en la producción de ATP. Las células cancerosas necesitan mucha más cantidad de glucosa para producir la misma cantidad de ATP que las sanas.
Antes de seguir analizando lo más destacado del artículo, voy a comentar algo que creo está causando confusión.
En una crítica que leímos antes de ver el artículo original decía: "En cambio, sobre el tema de los antioxidantes, le dan la razón: lo que es bueno como medida preventiva, puede no serlo cuando ya ha aparecido el tumor" (1). Algo por el estilo aparece en otras críticas.
Leyendo el artículo con detenimiento compruebo que Watson en ningún momento dice que los antioxidantes sean buenos como preventivos. Si dice que los radicales libres, cuando no son necesarios, están constantemente siendo neutralizados por proteínas antioxidantes endógenas, glutatión, tioredoxina, catalasa y superóxido reductasa. ¿De dónde proviene La confusión? Yo creo que de nombrar a distintas cosas por el mismo nombre y de la sección 22 del artículo que tiene dos frases confusas según mi opinión.
En todo lo demás estamos de acuerdo, incluido el título: "Suplementos nutritivos antioxidantes que destruyen radicales libres pueden haber causado más cánceres que han prevenido ".
Cita el caso de Linus Pauling que junto con Ewan Cameron escribió en 1979 " Cancer y vitamina C", acerca del gran potencial de la vitamina C como agente anti-cáncer. Dice que cuando murió de cáncer de próstata estaba tomando 12 gramos de vitamina C diarios. A continuación comenta: "a la luz de los datos recientes que sugieren con fuerza que mucha de la intratabilidad del cáncer en las últimas etapas proviene de tener muchos antioxidantes, es el momento de preguntarse si el uso de antioxidantes es más probable que cause cáncer a que lo prevenga". Como está hablando de las ultimas etapas del cáncer lo correcto sería preguntarse si los antioxidantes facilitan o estorban la curación.
Sigue comentando que los antioxidantes, vitaminas A, E, C, el mineral selenio y el betacaroteno no han mostrado efectividad en la prevención de cánceres gastrointestinales o en alargar la mortalidad. De hecho parece que acortan ligeramente la vida de quienes los toma. Futuros datos pueden de hecho mostrar que el uso de antioxidantes, particularmente de la vitamina E, conducen a pequeños numeros de cáncer que podrían no haber existido sin la suplementación antioxidante. Y seguido:" los arándanos deberían comerse porque saben bien no porque prevengan el cáncer ".
Dado el contexto está haciendo equivalentes a los arándanos con los suplementos antioxidantes, cosa que creo no es correcta. Una cosa son los antioxidantes que se toman con las frutas, verduras y hortalizas que a pesar de que en algún caso (como los arándanos) sean muy ricos en antioxidantes, es muy raro que las cantidades de antioxidantes consumidas sean peligrosas y otra cosa son los suplementos de antioxidantes . Así lo reconocen las guías alimentarias, que recomiendan un consumo abundante de frutas, verduras y hortalizas por su valor preventivo de muchas enfermedades. Otra cosa son los suplementos de vitaminas o minerales antioxidantes que se suenen tomar en cantidades grandes. Además, los arándanos precisamente han demostrado tener propiedades antiinflamatorias, antidiabéticas y neuroprotectivas. En ensayos con ratas a las que se daba un carcinógeno, se mostraron eficaces en la prevención de lesiones precancerosas de cáncer de colon. No podemos poner al mismo nivel un suplemento de vitamina E y los arándanos que tienen montones de fitoquímicos cuyo función aún no es bien conocida.
Lo que llamamos antioxidantes, como por ejemplo la vitamina C o la A o los taninos, tienen funciones muy diferentes, aparte de su función como antioxidantes. Algunos se sabe más o menos como actúan pero de la mayoría no se sabe cómo. Por tanto habría que discriminar y no meterlos a todos en el mismo saco.

Por casualidad leo "Consejos de tu farmacéutico" de febrero de 2013 y me deja perplejo la afirmación del doctor González Svatetz, responsable de la Unidad de Investigación en Nutrición, Ambiente y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología : "... Si el nivel de vitaminas es normal y se aumenta su consumo, estas en lugar de comportarse como tales, empiezan a comportarse como oxidantes" . Si esto fuera así entonces serían una ayuda para la quimioterapia, no un impedimento.
El día 13 de enero de 2013 se ha publicado en Nature Cell Biology un trabajo sobre la regeneración de la cola en los renacualos en que tienen gran importancia los oxidantes.

El equipo del que es responsable el profesor Enrique Amaya encontró que la regeneración de la cola de los renacuajos se asocia con un aumento moderado de ROS. Cuando limitaron la producción de Ros por medios quimicos incluido un antioxidante o bloqueando un gen productor de Ros la regeneración de la cola se detuvo.
Enrique Amaya dice: "Más a corto plazo podremos experimentar en la regeneración de la piel y órganos humanos".
El metabolismo de los anfibios es muy diferente al de los mamíferos, sin embargo, el año pasado se descubrió que un mamífero, el ratón espinoso puede regenerar toda su piel y especialmente la de las orejas sin dejar cicatrices.
Me surge una duda: si la cola de los renacuajos necesita un cierto nivel de oxidantes y sin embargo debe estar multiplicando rápidamente sus células, esto aparentemente contradice la opinión de Watson que dice que durante la replicación del ADN el nivel de antioxidantes debe ser alto para evitar daños al ADN.
La regulación de oxidantes y antioxidantes debe de ser muy precisa y compleja.
Por ejemplo, se ha comprobado en animales que inyectando vitamina C por vía intravenosa genera H2O2 que destruye las células cancerosas de manera selectiva. En este caso la acción de la vitamina antioxidante es oxidante.
Pensando en la regeneración de los tejidos , la vitamina C podría ser una opción, lo difícil sería regular la cantidad correcta.
Bibliografía
1- http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/09/actualidad/1357730096_264678.html
2- http://www.nature.com/ncb/journal/v15/n2/full/ncb2659.html
3-Amputation-induced reactive oxygen species are required for successful Xenopus tadpole tail regeneration