Este artículo pretende dos cosas:
1- Informar sobre un hecho que, sorprendentemente, a pesar de su riesgo para la salud, es poco conocido: las interacciones del pomelo (Citrus x paradisi) con muchos medicamentos.
Deduzco que es poco conocida la interacción del pomelo con los medicamentos porque a pesar de no haber hecho una estadística formal, sí lo he comentado a las personas de mi círculo inmediato, y todas excepto una lo desconocían. Supongo que en otros países como Estados Unidos (el mayor productor y consumidor de pomelos) serán mejor conocidos sus efectos.
Me temo que el desconocimiento es también a otros niveles. Por ejemplo: un día en un programa de salud en la televisión un señor contó que a su mujer le estaban dando quimioterapia y que se encontraba cada día peor. También dijo que todos los días le hacía una jarra con zumo de granada y pomelo.
Si consideramos que actualmente algunas quimioterapias se dan orálmente y que la mujer tenía muchos dolores y seguramente estaría tomando otros medicamentos es probable que sufriera interacciones con el pomelo y quizás también con el zumo de granada. Ni el oncólogo ni la nutricionista del programa comentaron nada al respecto.
Hace unos años haciendo un viaje en barco por el Mediterráneo sufrí un ataque de claustrofobia. El médico me dio diacepam (Valium) diariamente, cuidadosamente regulado, pero no me dijo que no tomara pomelo. En el desayuno había zumos variados, entre ellos de pomelo que creo que tomé más de una vez.
2-Denunciar la irresponsabilidad, la falta de rigor científico y la diversidad de criterios de muchos prospectos farmacéuticos cuando informan sobre estas interacciones.
2-Denunciar la irresponsabilidad, la falta de rigor científico y la diversidad de criterios de muchos prospectos farmacéuticos cuando informan sobre estas interacciones.
En este artículo solo pongo unos ejemplos relacionados con la lovastatina, pero se pueden encontrar múltiples prospectos de otras medicinas cuyas informaciones sobre las interacciones alimentarias son de lo más variopinto. ¡Y esto se considera información científica, y controlada por un organismo regulador!
Descubrimiento del efecto del pomelo
En 1989 un grupo de investigadores de la universidad Western Ontario en Canadá estaban estudiando las interacciones entre el alcohol y la felodipina (Plendil), un fármaco del grupo de los antagonistas del calcio, utilizado en el tratamiento de la hipertensión arterial y la angina de pecho.
Uno de los investigadores, David Bailey, utilizó zumo de pomelo para enmascarar el sabor del alcohol.
Comprobó que el alcohol no tenía influencia en la felodipina pero el zumo de pomelo multiplicaba entre tres y cinco la concentración de ésta en la sangre. En realidad el efecto puede ser muy variable dependiendo de las personas. Afecta sobre todo a los medicamentos que son metabolizados (transformados o degradados) en el intestino por la enzima CYP3A4 y es muy peligroso en los medicamentos que tienen un índice terapéutico estrecho, es decir que pequeñas variaciones en el medicamento pueden producir efectos secundarios graves.
El descubrimiento fue uno más de los hechos por serendipia. También fue un descubrimiento más al que al principio no se le prestó atención.
Posteriormente estudios de expertos en el metabolismo de fármacos confirmaron la interacción del pomelo o su zumo con otros fármacos. Se comprobó que algo en el pomelo inhibía una importante enzima contenida en las células del intestino. Esta enzima, CYP3A4 actúa en el metabolismo de muchos fármacos. El pomelo al inhibir esa enzima hace que se absorba más cantidad de fármaco en la sangre. Una persona que esté tomando un medicamento que se metabolice a través del mismo enzima y no haya sido informado o no se lea el prospecto puede estar corriendo un riesgo importante.
Al principio se pensó que la causa era el flavonoide naringina, que es el componente que le da el sabor amargo al pomelo. La naringina tiene poca actividad inhibitoria pero puede sufrir transformación bacteriana en el intestino convirtiéndose en parte en naringenina que es mucho más potente. Sobre el papel de la naringina y naringenina hay controversia, unos piensan que puede contribuir a la inhibición de CYP3A4 en un 10% y otros no han comprobado este efecto.
Posteriormente investigadores de la Universidad de Carolina del Norte descubrieron en el año 2006 que las sustancias principalmente responsables de la inhibición de CYP3A4 eran las furanocumarinas y entre ellas la bergamotina y la dihidroxibergamotina. Todavía se sigue estudiando la contribución de los distintos componentes del pomelo en sus efectos.
David Bailey dice que tomar una pastilla de lovastatina (un fármaco anticolesterol) con un vaso de zumo de pomelo es equivalente a tomar de 12 a 15 pastillas con un vaso de agua. El resultado puede ser una concentración tóxica del fármaco que puede provocar trastornos musculares (miopatía, rabdomiolisis), renales, e incluso la muerte.
Imaginemos una persona obesa con el colesterol alto que tenga “la feliz ocurrencia” de hacer la “dieta milagro” del pomelo para adelgazar y que esté tomando lovastatina para su colesterol. La combinación puede ser letal.
Con esto no digo que el pomelo sea malo, sino que es peligroso combinarlo con ciertos medicamentos.
Hace poco leí un trabajo del Hospital USP San Jaime de Torrevieja (Alicante), que me dejó perplejo. David Bailey había comprobado en sus estudios sobre la felodipina que el pomelo afectaba mayoritariamente al CYP3A4 del intestino pero muy poco al CYP3A4 del hígado. Los oncólogos del Hospital USP San Jaime de Torrevieja observaron en 2011 que una mujer que estaba siendo tratada con docetaxel tenía muy aumentada su concentración en la sangre. El docetaxel se utiliza en el cáncer de mama, pulmón, próstata y gástrico.La mujer tomaba diariamente un vaso de zumo de pomelo. Se comprobó que esta era la causa de la baja tasa de eliminación del docetaxel por el CYP 3A4 del hígado.
Esta observación amplia aún más el efecto del pomelo.
La información de los prospectos sobre la interacción del pomelo
Normalmente es conveniente estar informado y leerse los prospectos. Sin embargo, a veces después de leer los prospectos y otras informaciones de organismos competentes uno acaba más confuso que cuando empieza.
Voy a poner cuatro ejemplos relacionados con la lovastatina.
“Evite beber grandes cantidades (más de un cuarto de galón o un litro al día, aproximadamente) de jugo de toronja mientras esté tomando lovastatina.”
“La coadministración de lovastatina con cantidades no muy grandes de zumo de pomelo (<250 ml/dia) aumenta las concentraciones plasmáticas de la lovastatina y, con toda seguridad, elevará igualmente los niveles plasmáticos de la simvastatina, atorvastatina y cerivastatina, todos ellas sustratos de la CYP3A. Debe evitarse el consumo del pomelo durante el tratamiento con las estatinas, incluyendo la simvastatina, con objeto de evitar rabdomiólisis o miopatías.”
“El zumo de pomelo eleva las concentraciones de lovastatina en sangre. Debe evitarse el consumo de zumo de pomelo mientras esté en tratamiento con lovastatina NORMON.”
En este prospecto las interacciones con alimentos no se nombran.
¿Con cuál nos quedamos? ¿Con el litro o con menos de cuarto? ¿O escogemos el prospecto 4 y nos ponemos morados de pomelo? ¡Como no dice nada!
Según mi opinión son correctos el 2 y el 3 que aconsejan evitar el zumo de pomelo.
Otras veces la información es tan imprecisa como la siguiente sacada de otro prospecto: “Evite tomar este medicamento con más de uno o dos pequeños vasos de zumo de pomelo, debido a que en grandes cantidades, el zumo de pomelo puede alterar los efectos de atorvastatina cinfa”. ¿Cuanto pesa el contenido de un vaso pequeño? ¿150 gramos? Si es así con dos vasos ya se está tomando una cantidad considerable y con probables efectos sobre la cantidad de fármaco absorbida.
Otro alimento con efectos similares al pomelo es la naranja amarga (Citrus aurantium). La mermelada de naranja amarga me parece una delicia, sin embargo su consumo con fármacos puede ser peligroso. Además contiene sinefrina y otros alcaloides cuyos efectos no son bien conocidos.
Respecto de la naranja amarga no se dice nada en los prospectos, a pesar de que la mermelada suele ser un alimento de uso habitual en algunos países como El Reino Unido. En otros, como Méjico, se comen las naranjas amargas con sal y salsa picante. Según David Bailey las mermeladas de naranja amarga pueden producir interacciones clínicamente relevantes.
El pomelo es un híbrido de naranja dulce con pampelmusa (Citrus grandis o Citrus maxima) . Este en ingles recibe distintos nombres entre ellos pomelo o pummelo. Lo que nosotros llamamos pomelo en inglés es grapefruit.
Al pomelo y la naranja amarga hay que añadir la pampelmusa y la lima que tienen efectos parecidos a ellos.
Hay una gran cantidad de fármacos a los que afecta el pomelo entre los que podemos citar:
-Bloqueadores de los canales del calcio utilizados contra la hipertensión y los problemas de corazón: felodipina, nifedipina y similares.
-Fármacos contra el colesterol, atorvastatina, lovastatina, simvastatina .
-Fármacos para la ansiedad y para conciliar el sueño como el diacepam, triazolam, buspirona.
-Fármacos para el corazón como amiodarona y quinidina.
-Inmunosupresores como la ciclosporina, sirolimos y tacrolimos.
-Viagra y muchos otros.
Lo mejor es seguir el consejo de Richard Kim profesor de Medicina y Farmacología de la Universidad de Vanderbil:
"El consumo de jugo de pomelo es un tema relevante, especialmente para los mayores que son los que más toman drogas que se ven afectadas por este jugo. Si uno está tomando múltiples medicinas o ha cambiado a una medicación recientemente, debería tener particular cuidado. Lo más fácil de hacer en estas circunstancias es tomar la medicina con agua y evitar completamente los jugos”.
Para complicar aún más las cosas, en agosto de 2008 con motivo de la 236 reunión de la Sociedad Americana de Química celebrada en Filadelfia, David Bailey dio a conocer nuevos estudios que demuestran que los zumos de pomelo y también los de naranja y manzana si se toman simultáneamente con algunos medicamentos pueden bajar su concentración en la sangre. Lo hacen inhibiendo un transportador, el OATPA1A2 que se encarga de llevar los medicamentos del intestino a la sangre.En el caso del pomelo el causante de la inhibición sería la naringina, y en la naranja la hesperidina . No se sabe que causa el efecto en la manzana.
Este estudio es relativamente reciente y no vamos a profundizar más en él, hasta que se hagan más comprobaciones.
Nota añadida el día 2 de noviembre de 2014
Ayer hablé con mi vecino, Juan, y me comentó que estaba tomando habitualmente zumo de pomelo. Cuando le comenté sus interacciones con bastantes medicamentos se sorprendió de que los médicos no le hubieran dicho nada. También me dijo que había pensando recomendar su consumo a su padre, que tiene problemas de corazón y que probablemente esté tomando medicamentos que interaccionen con el pomelo.
Nota añadida el día 2 de noviembre de 2014
Ayer hablé con mi vecino, Juan, y me comentó que estaba tomando habitualmente zumo de pomelo. Cuando le comenté sus interacciones con bastantes medicamentos se sorprendió de que los médicos no le hubieran dicho nada. También me dijo que había pensando recomendar su consumo a su padre, que tiene problemas de corazón y que probablemente esté tomando medicamentos que interaccionen con el pomelo.
Bibliografía