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jueves, 13 de febrero de 2014

UNA HIPÓTESIS SOBRE LA PREVENCIÓN DEL MELANOMA (X)


En post anteriores hemos visto unos efectos extraordinarios de unos alimentos (las mermeladas de frutas del bosque) que siempre se habían considerado ordinarios, debido, probablemente, a sustancias no nutritivas.

Creemos que las ciencias de la alimentación y nutrición deberían centrarse menos en los nutrientes (que ya se conocen bastante bien) e ir un paso más adelante:  incidir en los fitoquímicos, en los tóxicos y en las propiedades epigenéticas de las sustancias contenidas en los alimentos, nutritivas o no nutritivas.

Se dice que una dieta es buena si es completa, variada y equilibrada, es decir, si contiene las cantidades recomendadas de proteínas, grasas, glúcidos, minerales, vitaminas, fibra y agua. Sin embargo esta definición solo tiene en cuenta los nutrientes. ¿Qué pasa con las sustancias no nutritivas?  Una alimentación correcta desde el punto de vista nutritivo, quizás no lo sea desde el punto de vista de las sustancias no nutritivas que contiene. Estas no son indiferentes.

Tóxicos en alimentos

Veamos el caso de sustancias que se sabe que son tóxicas o venenosas. Por ejemplo la solanina de las solanáceas (tomates, patatas, berenjenas, etc.). Normalmente se dice que la cantidad de solanina que contienen estos productos se elimina fácilmente por el cuerpo y no causa ningún daño. Pero ¿realmente hay seguridad de que esto es así? Creemos que no. Se sabe que hay tóxicos que cuando se toman en pequeña cantidad son buenos: por ejemplo la cafeína. Otros tóxicos, cuando se toman en pequeña cantidad son, al mismo tiempo, buenos para unas cosas y malos para otras: el alcohol (en pequeña cantidad) es bueno para las enfermedades trombóticas del corazón y del cerebro y para la diabetes tipo 2,  pero malo para las enfermedades hemorrágicas del cerebro, para el cáncer y para algunas otras.

Quizás con la solanina y otros tóxicos pase algo parecido a  lo que pasa con la cafeína o el alcohol. ¿Quién lo sabe?

Algunos tóxicos de los alimentos se han descubierto hace relativamente poco tiempo, como por
ejemplo, la giromitrina , de la seta bonete o falsa colmenilla (Gyromitra esculenta). La giromitrina no fue descubierta hasta 1967.

Frühjahrslorchel.JPG"En Francia, Finlandia y otros países de Europa del este se ha consumido y comercializado con profusión, pero siempre bien desecada, ya que así se eliminaban gran parte de las toxinas. Aún así siguen siendo peligrosas, ya que los compuestos que restan en la seta después de la desecación, no se eliminan fácilmente por el cuerpo humano, por lo que se acumulan en él llegando a ser cancerígenos." (1) 

"La giromitrina, mediante la hidrólisis, se transforma en el organismo en monometilhidrazina, sustancia tóxica que posee capacidad hemolítica y cancerígena.

El consumo sucesivo de pequeñas cantidades de setas que contengan giromitrina llega a ser tóxico, debido a que las dosis son acumulativas." (2)



La mandioca o yuca, un alimento muy común en  países tropicales y subtropicales, contiene glucósidos cianogénicos (97 linamarina 3% lotaaustralina). En estas sustancias el radical cianuro está en forma inerte, pero puede ser liberado enzimáticamente dando lugar  a cianuro de hidrógeno. Si la yuca no se trata adecuadamente para eliminar el cianuro, puede producir distintas enfermedades neurológicas: neuropatía tropical, neuropatía atáxica tropical y konzo.

En las fotos de abajo, aparecen dos niños africanos afectados de konzo o buka-buka. Esta enfermedad suele presentarse  cuando a un consumo de yuca amarga, procesada inadecuadamente, se une una falta de proteínas necesaria para su detoxificación. Se produce una parálisis  espástica rápida de las piernas. También puede afectar a los brazos.





"No existen las yucas no venenosas. Existen dos tipos de yuca con diferentes grados de toxicidad. La yuca dulce contiene hasta 50 veces menos proporción de cianuro (unos 20 mg por kg frente a unos 1000mg/kg las amargas). Sin embargo, no por ello las variedades dulces resultan inocuas y deben tratarse igualmente, especialmente si tenemos en cuenta que la cantidad de HCN es muy inestable y que puede variar por las condiciones del terreno, clima, etc. " (3)


La amigdalina

Con  el convencimiento de  la importancia de las sustancias no nutritivas, leímos a finales de enero,  "Comer sin miedo" e intercambiamos algunos mensajes  con su autor J.M.Mulet y la biológa Amara,  sobre los hunzas, y resurgió en nosotros el interés por su alimentación.

Hacía muchos años que habíamos leído  algunos artículos sobre los hunzas que nos habían sorprendido.  Siempre nos ha extrañado que no se haya estudiado más a fondo su alimentación, teniendo en cuenta lo que está en juego. Según el médico escocés Robert Mc Carrison que vivió con los hunzas varios años, a principios del siglo XX, las enfermedades eran prácticamente desconocidas entre ellos, excepto alguna catarata en los viejos, irritaciones de la capa interna de los parpados debida  al humo de sus viviendas, heridas traumáticas  y alguna otra no relacionada con la alimentación.
 Dijo que nunca observó un caso de cáncer entre ellos. Pensaba que la causa era la alimentación. Sus observaciones las confirmaron otras personas, entre ellos el lingüista danés David Lorimer y su mujer que vivieron quince meses con los hunzas, estudiando su lengua.

Una característica de su alimentación era el consumo de albaricoques, frescos o secos, pero consumiendo también la semilla.  Esta es rica en amigdalina y algunos han pensado que pudiera ser la causa de su ausencia de cáncer.

Otros piensan que la amigdalina no solo tiene un valor preventivo, sino también curativo, y la están empleando en pacientes oncológicos.

      


Dice Arnold E. Bender en "Salud o fraude" sobre la vitamina B17, también conocida como amigdalina:

Es un extracto de huesos de albaricoque que se comercializa como remedio contra el cáncer. No es eficaz. No es una vitamina. Los inventores del compuesto no tenían un conocimiento suficiente de la literatura sobre nutrición, porque se habían denominado vitaminas hasta llegar a la B15 (que tampoco es una vitamina)  y saltaron directamente a la B17, omitiendo la B16.

"Los proveedores afirmaban que no tenía efectos secundarios tóxicos, pero la verdad es que el cianuro que contiene es lo suficientemente tóxico como para matar a un niño, según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine (febrero  de 1979). Una niña sana de 11 meses tomó accidentalmente entre una y cinco tabletas que pertenecían a su padre, que creía que se trataba de una vitamina inofensiva. en media hora la niña entró en un estado letárgico y comenzó a vomitar. Cuando la llevaron al hospital su padre dijo que la niña padecía sobredosis de una vitamina. Si se hubiera sabido desde el principio que era una intoxicación por cianuro, se podría haber tratado eficazmente, pero cuando los síntomas fueron finalmente reconocidos ya era demasiado tarde. La niña murió por parada respiratoria setenta y dos horas después de haber tomado las tabletas."

También cuenta que  dos adultos que habían tomado 20 huesos de albaricoque, comprados en una tienda de dietética,  estuvieron en coma durante cuatro horas. Además dice: "El hecho de que varias personas hayan muerto y otras hayan estado a punto de hacerlo envenenadas por el cianuro de los huesos de los albaricoques demuestra  que este producto afecta en realidad a la totalidad del organismo".

Todo esto que cuenta A. Bender es lo bastante grave como para no tomarlo a la ligera. Sin embargo Mc Carrison cuenta que los hunzas comían habitualmente albaricoques, frescos o secos, con su hueso. Las cosas no nos cuadran.

A. Bender dice también: "aparte de la falsa afirmación de que cura el cáncer, y de las muertes producidas a causa del cianuro presente en ella, la vitamina B17 se suele anunciar como el alimento mágico que comen los habitantes del valle de Hunza, "que viven hasta alcanzar edades extraordinariamente elevadas". Se dice que es la principal diferencia entre la dieta de tales personas y la del hombre occidental actual (¿posiblemente ellos también toman hamburguesas, patatas fritas y pollo asado!)."

Esta última ironía de A. Bender nos deja intrigados. Sabemos que los hunzas comen patatas desde 1892. Hamburguesas y pollo asado no, al menos en tiempos de Mc Carrison.

 Empezamos a consultar  información y cada vez estamos más confundidos. Los partidarios de la B17 contra el cáncer recomiendan consumos de cantidades muy altas. ¿Es posible que sean tan insensibles ?  ¿Cómo unos pueden decir que la B17 es inofensiva (en las cantidades que ellos recomiendan) y que es un buen remedio contra el cáncer, y otras decir que es muy peligrosa y que no tiene ningún efecto?

Leemos un artículo de Antonio Muro (4) que nos deja aún más confundidos. Cuenta la historia de la niña que ha contado A. Bender pero de otra forma:

"También usaron la mentira. Según escribió en Acres Magazine (1978) el doctor Harold Manner, tras una conferencia suya en el estado de Nueva York sobre la eficacia del Laetrile -nombre de un fármaco registrado que contenía laetril- un hombre se puso de pie y le dijo: "Dr. Manner, ¿cómo puede usted hacer afirmaciones como esas cuando la FDA está diciendo lo contrario?".
Manner recuerda en el artículo que le contestó que las afirmaciones de la FDA eran mentira a lo que su interlocutor replicó haciendo referencia a la foto de una pequeña: "Mire a esta muchacha -dijo-. Tomó las pastillas de Laetrile de su padre y murió envenenada por el cianuro". Cuenta Manner que entonces una señora se puso de pie y le pidió permiso para contestar a la pregunta.
"Dr. Manner, ¿me permite responder a mí a la pregunta? Creo que estoy capacitada para ello porque soy la madre de esa niña. Ella nunca tocó las pastillas de Laetrile de su padre. Lo que ocurrió fue que el doctor que la atendió, al saber que su padre tomaba Laetrile, escribió: 'Posible envenenamiento por cianuro'.
Así que en el hospital usaron un antídoto contra el cianuro... y eso fue lo que la mató"." 

¿Quién dice la verdad?  Hay algo en esta última historia que nos hace dudar de ella. Nos parece extraño que un antídoto contra un veneno inexistente pueda  ser la causa de la muerte. Sin embargo, en la historia de A. Bender también hay algo raro: si  el padre dijo que era una sobredosis de vitamina ¿los médicos no le preguntaron de qué vitamina se trataba? 
La niña murió a las setenta y dos horas. Sin embargo las muertes por ingestión de cianuro suelen ser bastante rápidas.

En la historia que cuenta A. Muro se habla de Laetrile en lugar de B17.  Esto añade aún mas confusión. En las figuras de abajo, tomadas de la Wikipedia se representan la amigdalina y el Laetrile.



Amygdalin structure.svg                            




          
Veamos lo que dice el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos sobre el laetril.

"Aunque los nombres laetril, Laetrile, y la amígdalina a menudo se utilizan indistintamente, no son el mismo producto. La composición química de Laetrile patentado en Estados Unidos (mandelonitrilo-beta-glucurónido), un semisintético derivado de la amigdalina, es diferente de laetril / amigdalina producido en México (mandelonitrilo beta-D-gentiobiósido), que está hecho de huesos de albaricoque trituradas. ( ...) Mandelonitrilo, que contiene cianuro, es un componente estructural de ambos productos."(5)


 Por tanto cuando se habla de laetril hay que saber si es  el americano o el mejicano, ya que estamos hablando de productos distintos. Si hacemos estudios con moléculas distintas, los resultados probablemente sean también diferentes. Como decía Paul Ehrlich, el descubridor del Salvarsán contra la sífilis, la falta de precisión nos hace fracasar.
Normalmente el americano se escribe en inglés y con mayúscula (Laetrile) y el mejicano en español con minúscula (laetril). Lo anterior no siempre es así  y a veces se utiliza Laetrile como equivalente a B17.

Antes de seguir vamos a aclarar dos conceptos:

1  El cianuro es un veneno muy potente. 

2  La molécula de B17 o amigdalina contiene el radical cianuro como parte de su molécula, unido al ácido benzoico y a dos moléculas de glucosa. En esta forma la molécula de amigdalina no es peligrosa. Solo es peligrosa si se rompe la molécula por enzimas que dejan libres sus componentes, dos moléculas de glucosa, ácido benzoico y radical cianuro que se convierte en cianuro de hidrógeno.

G. Edward Griffit dice que la amigdalina se transforma por la enzima beta glucosidasa en las células cancerosas y que en las células sanas no existe una cantidad peligrosa de esa enzima y que sólo existe en gran cantidad en las células cancerosas. Afirma que el efecto del ácido benzóico y del cianuro de hidrógeno al estar juntos es cien veces superior. También dice que existe otra enzima en las células sanas, la rodanasa, que transforma inmediatamente el cianuro de hidrógeno y ácido benzoico en sustancias inofensivas.(6)

Sin embargo según el NCI (7) las cantidades de rodanasa en las células, cancerosas o no, son similares. También dice que la mayoría de las células de los mamíferos contienen solo pequeñas trazas de beta glucosidasa y que esta enzima no se ha encontrado en muestras de tumores o en la sangre humana. 

Según el NCI cuatro teorías diferentes han sido propuestas para explicar la actividad anticancerosa del laetril. 

Si hay cuatro teorías  (en realidad son hipótesis) está claro, para nosotros, que ninguna está probada, lo cual no significa que no funcione.

Como estos comentarios se basan en la prevención, no vamos a profundizar más en la curación o no curación del cáncer con amigdalina o Laetrile. Todavía faltan muchas comprobaciones bioquímicas y moleculares y muchos estudios, como muestran las siguientes frases:  
                                   " Implicaciones para la práctica
Hasta que se disponga de datos convincentes sobre la efectividad del laetril como un tratamiento del cáncer, no se puede recomendar su uso en la práctica clínica.
                                     Implicaciones para la investigación
En vista de recientes estudios de laboratorio alentadores sobre el efecto anticanceroso de la amigdalina (Fukuda 2003Kwon 2003) se podrían considerar investigaciones de laboratorio futuras.
También se podrían considerar ensayos clínicos controlados bien diseñados para evaluar si el laetril o la amigdalina tienen efectos beneficiosos para los pacientes con cáncer." (8)

¿Es la amigdalina un preventivo del cáncer?

Ernest T. Kreb, hijo, afirma que sí y da una serie de razones.

Para nosotros la idea es sencilla y muy atractiva, pero no está demostrada.

Veamos alguna de sus afirmaciones:


" La semilla de albaricoque y melocotón contienen casi el 2 por ciento de la vitamina B17 en peso.
Sabemos algo acerca de la dosis profiláctica de vitamina B17 . Por ejemplo , sabemos que el Hunza representan una población que ha estado libre de cáncer durante más de 900 años de su existencia . Esta población tiene una dieta natural , que suministra en el promedio entre 50 a 75 miligramos de vitamina B17 al día." (9)

No sabemos en qué ha basado estos datos. 

Dice que las frutas que comemos actualmente son fruto de miles de años de manipulación y cultivo. Antes estos frutos tenían la amigdalina en su carne además de en sus semillas. Hoy ha desaparecido de su carne. Solo la contienen los frutos salvajes.

En general estamos de acuerdo, aunque habría que precisar cada caso. Por ejemplo dice que la naranja no tiene amigdalina, ni siquiera en la semilla.  

Aconseja unas cantidades de consumo de amigdalina para la prevención del cáncer, que dada la variable resistencia individual a los tóxicos , nos parecen imprudentes. (10)

Comenta que en los países occidentales algunos  no toman en un año la cantidad de amigdalina que toman los hunzas en un día.

Creemos que esto en general es cierto. Una razón es la fruta cultivada y otra la clase de carne consumida.

Pueblos fundamentalmente carnívoros como los esquimales, o los indios hopi y navajos de Norteamérica eran grandes consumidores de carne rica en amigdalina: caribú, oso, alce, bisonte, ciervo etc. y gozaban de excelente salud.

Otra idea de Ernst  T. Krebbs que también nos parece muy interesante es que los alimentos ricos en amigdalina han formado parte de la experiencia biológica del hombre a lo largo de su evolución.
El experimento que hizo Mc Carrison con 1189 ratas blancas en la India ha frenado un poco nuestro entusiasmo por la amigdalina. El experimento lo realizó desde el nacimiento hasta los 27 meses (equivalentes a unos 55 años en humanos) en que fueron sacrificadas.

Mc Carrison alimentó a las ratas con la dieta típica de tres pueblos del noroeste de la India, hunza, sikh y pathan. Sin embargo no les proporcionó la dieta completa de cada uno de estos pueblos. Hubo un alimento que no les dio, las frutas.  O sea que no tomaron albaricoques, ni sus semillas, ni otras frutas ricas en amigdalina. El examen de las ratas no mostró enfermedades.

Aunque los experimentos en ratas no son completamente extrapolables a humanos, sus resultados pueden ser significativos.

Después hemos caído en la cuenta de que estos experimentos  aclaran poco sobre el valor o no de la amigdalina en humanos. Las ratas comían carne cada diez días, que seguramente era rica en amigdalina . También comían legumbres brotadas, y algunas contienen también amigdalina.  Habría que saber exactamente la proporción de amigdalina en su dieta.  Las ratas comieron también pan de trigo integral sin levadura ligeramente manchado con mantequilla, zanahorias y col ad libitum y leche cruda. (11).

Dieta de los hunzas

La dieta de los hunzas es fundamentalmente lacto vegetariana, aunque ocasionalmente comen algo de carne. Las frutas son fundamentales en su dieta.  Como hemos comentado una de las frutas que más consumen son los albaricoques. Dejando aparte la bondad o no de la amigdalina de las semillas de los albaricoques, la composición debe  de ser muy parecida a otros frutos secos, almendras, nueces, piñones. Como se sabe los frutos secos son unos de los pocos a los que la FDA ha  permitido alegaciones de salud. Trataremos la alimentación de los hunzas más a fondo en el siguiente post.

Nuestra sorpresa ha sido grande cuando leemos que John Dark , otro de los visitantes de los hunzas discrepa de  las informaciones de Mc Carrison , Lorimer, Schomberg y otros y dice que ha encontrado varias enfermedades entre ellos y duda de su longevidad.
Alguien  está equivocado,  y habrá que averiguar quién es.

Parafraseando a Papanicolaou, creemos que este trabajo habrá de llevarse un poco más lejos.

Bibliografía

1  http://www.amanitacesarea.com/gyromitra-esculenta.html

http://www.adesper.com/biodiversidadfungica/11.1.3.intoxicacion_giromitrinica.php

http://www.monografias.com/trabajos73/yuca-mandioca-causa-enfermedades-neurologicas/yuca-mandioca-causa-enfermedades-neurologicas2.shtml#ixzz2sl0gKzLu

http://www.bolinfodecarlos.com.ar/211007_b17.htm

http://www.cancer.gov/cancertopics/pdq/cam/laetrile/HealthProfessional/page2

https://www.google.es/search?q=g+edward+gr4iffin+espa%C3%B1ol&aq=1&oq=g+edward&aqs=chrome.2.57j0l2j60j0j60.5671j0&sourceid=chrome&ie=UTF-8

http://www.cancer.gov/cancertopics/pdq/cam/laetrile/HealthProfessional/Page3#Section_13

http://www.update-software.com/BCP/BCPGetDocument.asp?DocumentID=CD005476

http://www.whale.to/cancer/krebs.html


10 http://www.ivonazivkovic.net/laetril.pdf

11  http://books.google.es/books?id=lMfSuHgabYoC&printsec=frontcover&dq=wheel+of+health&hl=es#v=onepage&q&f=false






1 comentario:

  1. Me parece que la vitamina B17 le hace mucho daño al negocio de los fármacos quimioterapeuticos, por ello es tan atacado su consumo por la
    FDA. El caso cierto es que hay testimonios vivientes de cura total. Mientras la FDA sea el organismo en USA que avale las investigaciones médicas, nuca será promocionado ningún tratamiento alternativo natural que atente contra el negocio de las grandes farmacéuticas.

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